viernes, 3 de enero de 2014

La Iglesia Católica, franquicia dominante de Dios en España.



Si alguien piensa que voy a hablar de la Iglesia Católica porque preveo un cambio de dirección en ella con la entrada del nuevo Papa, no es que no me conozca a mí, es que no conoce a la Iglesia Católica. El Papa Francisco en el mejor de los casos sólo conseguirá que la ilusión sufra un subidón temporal. El mal siempre está al acecho.
Lo hago, lo de hablar de la Iglesia Católica, porque no quiero que el 2014 crezca con ideas equivocadas, aunque ya bautizado aspiro a que cuando llegue Mayo, junto con las flores a María, y reciba la comunión, sepa con quien se la está jugando.
Hablo de la Iglesia Católica y no de las otras franquicias, porque a mí la que me ha estado jodiendo toda la vida ha sido aquella y no las otras, porque vamos, tenderetes son lo mismo. No es que me haya estado jodiendo, y hablo en los dos planes, metafórico y tal cual, a mí personalmente, por suerte me he librado, si no que lo ha estado enmerdando todo a mi alrededor desde que llegué a España y por lo que me he enterado después por los libros y eso, lo lleva haciendo desde que salieron de las catacumbas. Vamos, de quédate y no corras, y veras.
Por esa razón yo voy a perorar sobre esta organización, que no religión, sin olvidar que las otras son igual de nefastas y represoras, sobre todo las que todo el mundo sabe, no voy a dar nombres que luego vienen las represalias y si Google me pone una demanda por provocación, pues ya ves tú.
Debo mostrar, antes que nada, mi estupor ante aquellos creyentes de buena fe que siguen siéndolo a pesar de La Iglesia Católica. Eso tiene mucho merito. Ir cada domingo a misa sabiendo que un colega del que da el sermón o el mismo que da el sermón en cuanto puede le mete mano a los niños, se va de almuerzo con el poderoso de turno o tiene en nómina a una docena de feligresas o no sale del convento de monjas de la lado pues….es tener muchas ganas de ir a misa.
La excusa de  “No, yo es que creo en Dios y lo que hagan algunos curas no me va a influir”, ¡por favor!, es como que te guste la música de un intérprete que toca sobre el cráneo de jóvenes sacrificados previa sodomización, “No, es que la música que sale de sus baquetas me enamora”, ¡por favor!, búscate una religión menos agresiva y cree en Dios con más tranquilidad, no te quedes con la que has encontrado al nacer. Se inconformista por lo menos en eso.
La diferencia fundamental entre las multinacionales divinas y las terrestres es el material que trabajan y en su exclusividad. Las terrestres tienen que estar constantemente innovando y nunca saben si la competencia los va a joder. Mientras que las divinas tienen en exclusividad el Más Allá. Nadie se imagina a El Corte Inglés confesando y dando extremaunciones. Y menos a la Coca Cola. No digamos a los de Durex.
Las divinas se parecen un poco a las multinacionales eléctricas en cuanto a que éstas nos sacan a bajo precio las minas de carbón, de material radioactivo, se quedan por la cara con el agua de lluvia que luego embalsan en terreno público de dónde sacan los voltios que reparten por todo el país por medio de torres de alta tensión que colocan donde les sale de los huevos. Y encima dicen que les debemos dinero. Y encima reparten dividendos. Y encima contratan de consejeros a personajes políticos que han aprendido gracias a los años que han estado trabajando, es un decir, para los ciudadanos. Y encima suben el precio cuando les rota, incluso con procedimientos mafiosos, véase el último paripé, te subo un 11%, ¡Horror!, bueno solo un 2,3%, ¡Respiro de alivio!
Pues lo de las divinas todavía es peor. Léase lo que sigue.
Todo empezó “in illo tempore”, cuando nos paso como al replicante de Blade Runner, nos acongojamos al darnos cuenta de que un día no amanecíamos. Eso angustia mucho. Un día estás y al otro no. Ahí prendió la mecha.
El listo tuvo la idea y la dijo,
-No os preocupéis, esta noche he tenido un sueño y Dios me ha hablado. Nos morimos pero es su voluntad. Él nos está esperando y según nos comportemos estaremos a su lado o arderemos en el infierno.
Claro, ante esta situación las preguntas le llovieron. ¿Quién es Dios? ¿Qué es el infierno? ¿Qué es portarse bien? ¿Habrá comida y bebida?¿Nos podremos llevar la tranca?¿Se puede volver si te arrepientes?¿Y de follar qué?
Y dijo el listo,
-No puedo contestar a tanta pregunta. Dios no me lo ha contado todo. Sólo habla por mi boca.
Necesito descansar.
Los presentes enseguida se apresuraron a ofrecerle lo mejor que tenían para que cuando a Dios se le ocurriese que lo encontrase descansado y relajado. De ahí nacieron las prebendas que los comerciales de Dios siempre han disfrutado y que en nuestros días aún perviven. Sólo hay que mirar las sedes de los obispos, las modestas ropas que visten y su vida humilde,

INCISO: No me acordaba de la procedencia del recientemente descubierto obispo derrochador y he puesto en el Google: “Obispo derrochador austriaco”, y el buscador me ha dicho: Aproximadamente 31.900 resultados (0,41 segundos), pero perdona, es alemán. Y entre otras cosas se gasto 31 millones de euros 
en la reforma de su residencia.

Con esta situación tan estimulante, como la fiebre del oro en el Far West, pues pasa lo que siempre ha pasado.
Al listo le salen listillos y como ni se le había ocurrido patentar el invento, pues van surgiendo las diferentes
 religiones. Se expandieron por la Tierra y comenzó el vaivén. Se escribieron los libros sagrados, ocurrieron
milagros, se abrieron ríos y se multiplicaron panes y peces, una virgen parió, un muerto resucitó y el guión cada
vez estaba más complicado, como en Lost,……y claro, empezaron las dudas: ¿No hay alguna prueba de todo
esto?
Ahí estuvieron los listos a punto de pringarla, pero Dios los iluminó y dijo: Fe.
La Fe fue un inventazo. Servía para todo. ¿Y el que no tenía Fe? Al fuego que también empieza por Efe.
Y desde entonces la maquina no se ha parado. Ha pasado por múltiples vicisitudes pero siempre ha salido 
airosa: Predicando la pobreza, cada vez más ricos, hablándo a los humildes, pero cenando con los poderosos. 
La historia lo cuenta: Los romanos, el desmadre de los Borgia, la Santa Inquisición....hasta llegar al siglo XX, 
que es lo que a mí me importa.
En este siglo, España está bajo las garras de la Iglesia Católica. No ha sido posible subirse al carro de la 
Reforma y lo que es peor la Enciclopedia no ha calado en las mentes cerriles de los próceres de la Patria, 
lo que conlleva a una alianza nefasta para el españolito: Si el palo y tente tieso no te vale, pues un poco de 
infierno.
La hostia terrestre y la hostia divina son una combinación mortal, pues al girar cada una en sentido contrario 
si no te dejas llevar, te deja hecho un asco, en algunos casos hasta te puede dejar fusilado.
Franco bajo palio creo que es la muestra más clara de lo que estoy diciendo. Un hombre que se levantó 
contra la democracia, que fusiló, que alimentó la codicia y la usura, la injusticia y el abuso, fue tratado por
 la Iglesia Católica como si fuese un hombre excelso. En Internet se puede ver.
Pero hay más. Fruto de la situación tan desahogada que esta multinacional tenía con su producto en exclusiva 
del Más Allá y la herramienta de la Fe, los abusos no han dejado de suceder: Pederastia, Intromisión en los 
asuntos políticos del país cada vez que les rota, Lujo y derroche, Dineros públicos a tutiplén, Exención de
 impuestos, Exigencias ¡Qué flipo! e indicaciones constantes de cómo ser buenos porque lo que es ellos no 
están para esa tontería de la bondad y la humildad. Claro, como tienen la confesión que luego todo lo perdona,
 ¡así cualquiera!
Espero que si el 2014 lee esto le quede claro. Que cuando llegue la comunión en Mayo, la confirmación en 
Julio, el matrimonio en otoño y la extremaunción en Diciembre, decida lo que decida sepa lo que hay. 
Sé que es duro no poder brincar más allá del 31 de Diciembre, pero eso sería joder al 2015 y eso no está 
nada bien. Es ley de vida. Uno tiene que morir para que otro nazca.
Dos cosas antes de acabar:
Una. Que lo que cuento aquí no es óbice para que cuando me llegue mi 31 de Diciembre no cambie de 
opinión y pida un sacerdote, como le paso a Miguel de Unamuno, para echar mano de esa fábrica de 
irresponsabilidades que es y será lo de perdonar todos los pecados. Que está bien perdonar un robo o un 
insulto o un escupitajo, pero perdonar un genocidio, un golpe de estado, una masacre, construir un Valle de
 los Caídos con presos, robar niños recién nacidos , tirárselos, ir vestido de fiesta a un poblado marginal…
me parece que es mucho perdonar.

Dos. Que lo de la masturbación, lo de quedarse calvo y tener que llevar gafas, pa mi que va a ser verdad. 
Sólo hay que mirar a los mayores de cincuenta años, incluidos obispos y cardenales. Las mujeres no se 
quedan calvas porque no es lo mismo frotar un botón que darle al palote.
Igual hasta es lo único verdadero de todo lo que la Iglesia lleva predicando durante siglos.

Y no digo nada de eso de que predican justo, pero justo, justo lo contrario de lo que hacen por no tener 
que escuchar que ando malmetiendo.

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