lunes, 30 de junio de 2014

Y luego dicen que el tamaño del aparato no importa




Este post está dedicado a Alberto Garzón, con cariño, y a Pedro Sánchez y Eduardo Madina, con respeto.

25M. Nunca unas elecciones europeas habían sido tan explícitas. Nunca el electorado de la Comunidad Europea lo había expresado tan claramente. Eso no quiere decir que si no se produce la respuesta adecuada por parte de los políticos al huso, el electorado no sea aún más   categórico. Por lo que los partidos de siempre se han puesto manos a la obra. En España también.
Ahora, después de que lo del 15M cuajase y floreciese en el 25M, es decir cuando los indignados, ignorados y vilipendiados se han convertido en votantes, o sea cuando más de un político de profesión husmea la posibilidad de quedarse sin su “sostén”, es cuando los partidos anquilosados por tantos años de ejercicio patricio de componendas han salido a la calle y no se quitan de la boca la palabra militante. Bueno, los partidos de izquierdas, porque los de derechas no han variado ni un ápice su marchamo. Es lo que tiene el dinero, que siempre es dinero. Y si no, ahí esta Alicia Sánchez Camacho que estos días se ha traído a Catalunya para que le echen una mano en su travesía por el desierto al Sr. Floriano y al Sr. Alonso, que es como invitar a dos del Ku-Klux-Klan a una fiesta de negros. Y es que los estrategas de los partidos es otra de las muchas carencias que estos días se han puesto en evidencia. El Sr. Arriola, consejero del Sr. Rajoy, llamando friquis a partidos como Podemos o Equo,  es una cima de tales carencias.
Pero los de izquierdas sí que se están moviendo, vamos que se mueven, más que un tapón de corcho en un remolino.
El PSOE prácticamente se ha desmantelado. Después de cuarenta años de “laissez faire, laissez passer” ahora coge al militante y lo zarandea, intentando sacarlo del amodorramiento en el que lo ha tenido sumido desde que se apoltronó en el viaje llamado Transición. Ahora apela a él y quiere que luzca el músculo que a fuerza de no ejercer tiene atrofiado. El Sr. Rubalcaba se ha ido, con años de retraso pero se ha ido. Como no ha gobernado, pues volverá a dar clases en la universidad, se ve que no se ha ganado un puesto en algún consejo de administración de esas empresas de las que hacemos gala y que en un porcentaje muy alto viven de los dineros públicos, bien vía ayudas, bien vía contratos. Un chollo el dinero público.
Dos problemas gordos, tiene el futuro Secretario General de este partido.
Uno. Va a ser muy difícil convencer al ciudadano de que va a haber cambios. Con palabras no va a ser suficiente. De palabras esta el votante harto. Se van a necesitar hechos. A ver que inventan. Que sepan que “de entrada” los tenemos calados.
Dos y el más gordo. Yo casi lo tildaría de infranqueable. El aparato del partido. Esa cosa que no es nada abstracta y que está compuesta por la voluntad y el deseo de seguir viviendo de la política como hasta ahora de muchos de sus afiliados. Afiliados que desde ya hace mucho no saben dónde empieza su deseo de servir “a” los ciudadanos a través del partido y dónde su deseo de servirse “de” los ciudadanos a través del partido, sin dar explicaciones, sin responsabilidades y llenándose el bolsillo. Es decir, viviendo de puta madre. Se ve que en su momento, la diferencia entre las preposiciones “a” y “de” no les quedó clara.
Vaticino que entre los parches que se pondrán y los camelos que aún consigan con los votantes fieles que se resisten a creer lo que ven, el enfermo tiene alguna posibilidad. De sobrevivir.
El otro partido que estos días anda que no para, IU, lo tiene aún más jodido, a pesar de que su poder político siempre ha sido escaso. Un partido que podría haber estado en la Puerta del Sol en su momento, que podría haber estado listo para recoger lo que el PSOE perdía, un partido que estando siempre en la Oposición siempre se ha comportado con la tibieza y el posibilismo de una formación política con esperanza de gobernar. Lo ha hecho, poquito y mal. Nunca he entendido como gobernando en Andalucía andaba por ahí el alcalde de Marinaleda quejándose amargamente. ¿No son del mismo partido? ¿Entonces?
Ahora han “empoderado”, ¡cuánto copión!, a Alberto Garzón, lo han vestido de “Secretario Ejecutivo de Poder Constituyente”, a saber qué será eso, le han editado un libro, “La tercera República”, y ¡Hala!, al baile. Pobre Alberto, como le dé por mirar para atrás, se cae de culo al ver a tanta vieja caduca, con el pañuelo hasta los ojos, frotándose las manos y poniéndole mirada tierna, olvidadas ya de añejas tardes de ilusión y revolución. Sobre todo las viejas de Andalucía Y Extremadura, dónde casi.
Contemplan con escepticismo los aparatos rancios y enormes de estos dos partidos las jovencitas surgidas de la crisis. Jovencitas ilusionadas, pletóricas y con ganas de sentirse escuchadas, jovencitas con deseos de coger el timón de su destino y nunca más dejar el barco al mando de piratas.
Y así está el baile. Las jovencitas verán. Yo que ellas apostaba por dedicarme a bailar por mi cuenta, sin caer en la tentación de liarme con estos aparatos que sólo por el hecho de ser tan grandes, cambiar de rumbo lo tienen casi imposible, al menos en los próximos veinte años. O sea, cuando estén ya encarados….el momento habrá pasado.

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