miércoles, 25 de febrero de 2015

Carta, situada en España, de un humilde ciudadano a los presidentes de multinacionales, de fondos buitres en general y a los muy ricos en particular. Act.1

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                                                                                              Esta carta va dedicada a
Rafael Azcona, cuya paternidad 
no sería un disparate.

Como quiero que sea una carta escrita en carne viva, con las entrañas o a tumba abierta lo primero que tengo que hacer es no guardarme nada.
Así que no puedo dejar de comentarles  la extrañeza que me produce su conducta. Porque siendo inteligentes cómo ustedes son, porque lo son y mucho, uno no puede acumular tanto de algo que desean, y mucho, casi todos los animales de la  especie humana sin ser inteligente. Sí, ya sé que hay algunos que han heredado, pero esos no son presidentes de nada y tampoco tengo mucha esperanza de que entendieran mi misiva. Son lo que se llama los pobres ricos, nacidos entre el vil metal, sin fuerza para desdeñarlo y sin inteligencia para multiplicarlo. Una pena.
Pues lo que iba diciendo, me produce extrañeza que siendo tan inteligentes sean tan estúpidos, dicho con todo los respetos,  y tan displicentes con la historia.
¿Porque a dónde quieren llegar ustedes? ¿Cuál es el objetivo? Ricos ya son. Algunos de ustedes podrían estar gastando cada segundo que les queda de vida lo que para algunas familias es el presupuesto de un mes y apenas le harían merma a su fortuna. ¿Entonces? ¿Qué necesidad hay de tener que contemplar gente haciendo cola en los comedores sociales? Una incomodidad ¿Amas de casa que salen por la tele lamentándose de que no pueden dar de comer a sus hijos? Algo de mal gusto ¿Enterarse de que hay hombres que se suicidan porque tienen de deuda lo que ustedes se gastan en una semana de vacaciones? Algo inimaginable ¿O gente que se lamenta porque ha sido desahuciada de un lugar infecto en el que ustedes no pondrían los pies a pesar de que alguno de ustedes los construyen? Algo increíble.
Son ustedes ricos y culpables. No culpables de criminales, que algunos también, si no culpables de responsables. Mejor que nadie saben que la riqueza ni se crea ni se destruye, que tampoco se transforma, que es una constante y que si alguien tiene cada vez más, muchos tienen cada vez menos. Porque no es el problema que ustedes sean ricos, el problema es que no saben gastar su dinero y, claro, cada vez tienen más.
Entonces yo, humildemente, voy a darles dos ideas a ver si entre todos conseguimos que esto no se desmadre que luego cuesta mucho y muy caro, y es muy doloroso, volver a encauzarlo. Que algunas veces ni se puede y se queda todo hecho un asco por unos años. Y ésta es otra extrañeza que ustedes me producen, porque  conocen la historia y saben lo que ha pasado cuando el populacho harto de de estar harto tira por la calle de en medio. Que Mª Antonieta se levantó un día y desayunó tan tranquila y tan opíparamente y al día siguiente no pudo hacerlo porque no se encontraba la boca. Debió ser terrible. O los zares, tan asentados  ellos, y vino una ventolera de Suiza y ni rastro dejo de ellos. También de un día pa otro. O al pobre Batista, o…en fin, que la historia está plagada de casos en que tanto se estiró la cuerda que se rompió. Y ustedes lo saben. ¿Entonces? La única explicación que le encuentro es que el dinero es como la marihuana, que en poca cantidad te alegra la vida pero en mucha te anestesia y no te das cuenta de que estás haciendo el gilipollas que en el caso del dinero estás haciendo mucho daño.
La primera idea consiste en olvidarse de los balances anuales en plan ganancias porque es absurdo pasados los primeros millones de euros. Imagínense que son la repera como gestores y que en el sector que se mueven son la leche y venden tanto y tan bien que cada año ganan más que el anterior y así eternamente. Eso, ¿A dónde va? ¿Cuándo se para?
Ahora imagínense, reunión de accionistas, y el que anuncia reparto de dividendos  dice que este año no habrá, que el dinero ganado se ha invertido en lo siguiente: Primero, en pagar a Hacienda todo lo que hay que pagar, que ya está bien de escaquearse, exclamaciones generalizadas, algún “pero esto es una broma o qué”, restregar de culos en asientos. Segundo, se invertirá en crear becas, guarderías y un fondo de apoyo a hijos de empleados con capacidades especiales en cualquiera de las ramas del saber. Más incredulidad, alguna voz desairada. Tercero. Es intención del Presidente, ahí se ha quedado solo pues la tragedia se masca, mejorar las condiciones laborales de los trabajadores que la empresa tiene en  México y que se ve que ganan una centésima parte de los que trabajan en Alemania y así claro no hay manera  de igualar nada. Sin olvidarse del resto de los trabajadores a los que también se les pagará lo que sea justo en justicia y no lo justo, que cada vez ganan menos. Y quinto, aquí toma aire porque lo va a necesitar, hasta los miembros del Consejo lo han insultado, se procederá a congelar los salarios de los ejecutivos hasta conseguir que en la empresa el que más gane no lo haga más de cien veces el que menos. Recuerden que en Suiza andan por doce veces más, dice para apoyar su decisión.
Que el año que viene sí que habrá dividendos pero que se olviden los accionistas de forrarse y ganar más allá de lo decente y equilibrado.  
Yo no voy aquí a ocultar el escandalazo originado y por supuesto el despido inmediato del Presidente con el apoyo de todo el consejo de Administración y los accionistas. Pero ¿y el orgullo de haber sido un precursor,  si después esta práctica se hace habitual? ¿Y un posible premio Nobel? Total, si ha sido hasta ese momento un Presidente al huso, entre los ahorrillos, el fondo de pensiones, el rinconcito del paraíso fiscal y el finiquito tendrá hasta que cumpla  trescientos o trescientos treinta años, una edad respetable. Y sin escatimar gastos.
Esa es una idea. A ver quién tiene huevos.
 La otra idea, no lo voy a ocultar, es la que más ilusión me hace y tiene que ver con su afán de ahorrar. Y como es una idea que se puede poner en práctica individualmente pues es más fácil de llevar  a cabo. Consiste en lo siguiente: El ahorro, pasados unos límites, mata. A otros, pero mata.
 Calcúlese cuánto dinero puede necesitar uno para el resto de su vida. Sean generosos, no se corten. ¿10 M de euros? Bueno, venga, 20 M. Eso alguno de ustedes lo consiguen en un plis-plas. ¿Qué hacer una vez conseguido ese dinero? Pues muy fácil. Gastar a tutiplén. Gastar de manera que a partir de ese momento todo lo que ganen se los gasten. Pero todo. Costará. Pero si  se emplean a fondo y utilizan estratagemas lo conseguirán. Por ejemplo. Pintar la casa todos los años o todos los meses, según necesidad de gastar. Hacer reformas cada dos por tres. Cambiar electrodomésticos según las estaciones. Viajar siempre, nada de quedarse en casa ahorrando. ¿Se quieren comprar  un reloj de esos que dicen que existen y que valen  más de mil euros? Pues compran dos y uno hacen como si lo perdieran y lo dejan caer en cualquier lugar. Dejar propinas en todos los sitios por los que se vaya, eso sí, asegurándose antes, de que son para el personal que hay mucha garrapata de jefe. Ustedes ya lo saben. Y si ven que con estas estrategias no dan abasto a gastar, no cuesta nada, que un día o dos antes de volver a cobrar, cojan ustedes lo que aún tienen ahorrado, hacen un paquete y lo dejan en cualquier lado con el siguiente texto: No lo devuelvas, gilipollas, él no lo haría contigo. Y a cobrar la siguiente mensualidad.
Decir, que si esto agobia mucho porque es cansado, es muy fácil contratar a alguien para que te lo gaste como si fueras tú. Incluso puede que acepte hacerlo sólo por la comida  y la cama. Hay gente muy desesperada.
No hace falta explicar que esta actitud contribuiría mucho a dinamizar el mercado. Si lo que entra sale, nadie echa nada en falta.
Ya sé que habrá muchos que dirán que esto es muy simplista pero es que la vida es muy simple: Comer, dormir, tener un trabajo, una casita para cuidar a la familia, poder sacar a los hijos adelante, tomar  una cerveza con los amigos y así.
De todas las maneras muy simplista no será porque que yo sepa ninguno de ustedes, por ahora, con todo lo listo que son, ha sido capaz de ponerlo en práctica. Alguna dificultad tendrá.
En fin, esperanzas no tengo muchas, pero ahí lo dejo.
Quedo de ustedes.

Actualización 18-04-2015

Como prueba un botón. Igual leyó mi carta.
http://www.prensa.com/mundo/Empresario-reduce-sueldo-aumentarlo-empleados_0_4187581360.html